Hola viajeros! el post de hoy es un poco diferente. En éste os contaremos: cuando, como y porqué comenzamos en el mundo camper, porqué elegimos nuestra actual furgoneta y como es viajar en ella.
Con este post buscamos que nos conozcáis un poco más a nosotros y nuestra forma de vida.
Nuestra Historia
¿Cuándo nos empezó a gustar el mundo camper?
Desde que éramos muy pequeños, tanto Mateo como yo, viajábamos con nuestros padres en coche y dormíamos en tienda de campaña, algo que disfrutábamos muchísimo y nos encantaba, por lo que estar en contacto con la naturaleza es algo que nos inculcaron desde niños y que nos apasiona.
Cuando empezamos a salir juntos, nuestras primeras escapadas y viajes largos también fueron en tienda de campaña, ahorrábamos durante todo el año para poder recorrer un país durmiendo en tienda, aunque fuera en agosto y pasando mucho calor.
En cada viaje, nos fijábamos en las furgos que nos encontrábamos, nos encantaba ver como recorrían el mundo personas de todo tipo y nacionalidades, cómodamente en sus casitas rodantes, con lo que para nosotros (que estábamos en nuestra pequeña tienda iglú) eran todo lujos.
Siempre nos gustó movernos, exprimir los días de viaje al máximo, recorrer todo tipo de lugares, hacer rutas de senderismo, visitar pueblos pequeños o museos en las montañas, así que teníamos claro que, en algún momento de nuestras vidas, tendríamos una furgoneta con la que recorrer el mundo.
Primera experiencia viajando en furgoneta camper
La primera vez que recuerdo fijarme en una casa rodante fue cuando yo era muy pequeña, un día mi tío vino a enseñarnos la autocaravana de un amigo, yo era una cría y me entusiasmo la idea de viajar ahí dentro. Desde entonces me empecé a fijar en todas las furgonetas camperizadas que me encontraba, pero me enamoré de la VW T1, y siempre soñé con tener una.
Cuando conocí a Mateo y me dijo que tenía una hucha para algún día comprar una furgo supe que teníamos un sueño en común, y que que tarde o temprano, lo haríamos realidad.
Después de varios años viajando con la tienda y de mochileros, mi suegro camperizó una pequeña Kangoo que usaba para trabajar, le puso una cama y un armario muy original y super cómodo, y nos lanzamos a la aventura. Con la pequeña Kangoo hicimos salidas durante un par de años, y nos encantaba, la compartíamos con los padres de Mateo y en ese momento, tanto ellos como nosotros, supimos que ya no podríamos vivir sin una camper en nuestra vida.
¿Por qué una VW California T4?
En nuestro caso siempre tuvimos claro la furgoneta que queríamos, una VW California Coach T.4. 2.5 TDI 102 cv, pero para las personas que no lo tengan claro, consideramos que a la hora de elegir una furgoneta es muy importante plantearse varias cuestiones:
- ¿Qué tipo de viajes vas a realizar con ella?
- ¿Vas a utilizar la furgo como vehículo ocasional o para tú día a día?
- ¿Cuánto confort necesitas?
- ¿Cuánto dinero puedes/quieres gastar?
- ¿Cuántas personas van a viajar en ella?
- ¿Quieres camperizar?
- ¿La vas a utilizar como vivienda?
Es importante dar respuesta a estas preguntas ya que se trata de una inversión importante y no es lo mismo realizar salidas los fines de semana que viajar durante un mes, las necesidades cambian y el confort entre una y otra también.
En nuestro caso queríamos que la furgoneta fuera de un tamaño mediano, que la altura no fuera una limitación en determinados accesos, pero queríamos poder estar de pie, por lo que teníamos claro que debía tener techo elevable.
En cuanto al motor, después de mucho investigar llegamos a la conclusión de que el 2.5 TDI de 102cv era el que mayor durabilidad ofrecía. Por lo que, aunque vimos opciones más económicas con otros motores, esperamos hasta encontrar la furgo perfecta para nuestras necesidades.
Tardamos 3 años en encontrar nuestra casita rodante, pero cuando la vimos surgió el flechazo, no lo dudamos y ese mismo día, 20 de marzo de 2018, cumplimos nuestro gran sueño
¿Elegiríamos la misma furgoneta a día de hoy?
Después de 4 años viajando con nuestra furgo, seguimos convencidos de que es la furgoneta perfecta para nuestro estilo de viaje y de vida, es cierto que ahora viajamos con un bebe y en algunas ocasiones echamos de menos ciertas comodidades (más espacio, una cama de mayor tamaño, poder estar de pie en todo momento, techo duro por el que no escape el calor…)
Pese a todo, no nos arrepentimos de nuestra decisión y de momento no nos planteamos cambiar de furgo, pero es importante valorar todas las opciones que hay en el mercado y sobre todo, antes de decantarte por un modelo en concreto, siempre recomendamos probar este tipo de viaje, ya que cada uno tenemos unas necesidades diferentes y lo que es maravilloso para unos puede no serlo para otros.
Nunca dejes de soñar
En una de nuestras primeras salidas, por el oriente de Asturias, íbamos por una pista forestal en la furgo y nos cruzamos con una familia con un niño, cuando el peque de unos 10 años vio la furgoneta se le iluminó la cara y le dijo a su padre:
- Mira papá, cuando sea mayor quiero viajar así.
Yo me emocioné y me vi reflejada en él, no hace tanto tiempo, cuando soñaba con recorrer el mundo con calma, disfrutando del paisaje, de la carretera, de los rincones menos turísticos, disfrutando de la naturaleza, y sintiéndome en casa en cualquier lugar del mundo…
En su momento no le dije nada, pero si pudiera le diría a ese niño que NUNCA DEJE DE SOÑAR, que los sueños están ahí para hacerlos realidad porque cuando cumples uno experimentas una felicidad infinita.
Para nosotros la Vanlife es un estilo de vida, aunque no vivimos viajando de continuo, este estilo de vida nos acompaña en nuestro día a día, nos enseña a ser más minimalistas, a necesitar cada vez menos cosas, a cuidar de nuestro entorno, a ser más respetuosos, y por supuesto nos da una gran libertad, lo más preciado que podemos tener.
Os animo a que si os llama la atención la vida camper, la probéis, la experimentéis y la disfrutéis mucho.
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